En distintos medios, hay mucha información sobre el tema hidratación. Sin embargo, a pesar de este exceso informativo, se siguen cometiendo los mismos errores. Errores frecuentes que, por falta de costumbre, experiencia o simplemente descuido son desencadenantes de resultados pésimos y hasta con consecuencias graves para el organismo.
No citaré valores ni cifras sobre cantidades recomendadas etc., pero sí haré referencia a cuestiones simples de la vida de cualquier deportista, en este caso corredores de maratón y carreras pedestres que, con cuidados mínimos, asegurarían un desempeño óptimo.
"Es preferible una parada en un baño improvisado tras un árbol, que el final boca arriba en una camilla de cualquier servicio de emergencia".
Un primer consejo sería tener en cuenta la estación del año (otoño, invierno, primavera o verano) que transcurre. Existen países donde el clima ha cambiado notoriamente y debemos ser conscientes de que la variación de temperatura a primeras horas del día, puede ser grande y la falta de tal consideración pone en riesgo a cualquier atleta.
Es frecuente asistir a competencias donde las primeras horas del día el clima se presenta fresco con temperaturas que hasta obligaban al uso de cierto abrigo ligero. Sin embargo la euforia que todos sentimos previa a una largada nos vuelve olvidadizos y descuidados.
Olvidar de calcular el tiempo que estaremos en movimiento y de acuerdo a ello planificar cierta estrategia de hidratación “pre y durante la carrera”, nos vuelve vulnerables al fracaso, cuando ya seguramente la DESHIDRATACIÓN se torna irreversible con sus sabidas consecuencias.
Segundo consejo y hasta casi parecería obvio: es importante informarse sobre las posibilidades de hidratación durante el recorrido como parte de la estrategia personal de cada corredor.
Por citar un ejemplo: hace poco tiempo se realizó en la ciudad de Córdoba (Argentina) una media maratón en la cual, con gran organización, se distribuía agua cada 5 km e isotónica en el km 10.
Transcurrida la hora y cuarenta minutos, sólo habían pasado por el km 20 (Puesto de agua en el que estuve presente repartiendo vasos de 120cc a cada corredor) la cuarta parte de los participantes - aproximadamente unos 100 corredores - y a esa hora, la temperatura ambiente había pasado de 14 grados a las 9 horas a los 27 grados cerca de las 12 horas.Si consideramos que las 2/3 partes del total no siempre están adecuadamente preparados para esta distancia, tenemos un panorama preciso de cuán riesgoso es no tomar previsiones al respecto de la hidratación.
Muchísimos rostros extenuados con visibles síntomas de fatiga y deshidratación que de manera exagerada intentaban revertir lo irreversible tras casi ¡1 hora 50 minutos de esfuerzo continuado!
Si la organización por algún motivo no tiene previsto este aspecto – de la provisión de líquido- hay que usar el ingenio y recurrir a los equipos (Mochila o cinturón hidrante). No hay excusa para no beber.
Respecto del consumo de agua o bebidas isotónicas antes de la competencia es primordial, sobre todo a primeras horas de la mañana cuando se ingiere el desayuno. Esto implica casi un hábito. NO olvidarse NUNCA.
Igual trascendencia cobra la ingestión de líquido en los días previos: antes, durante y después de cada sesión entrenada...FUNDAMENTAL.
Entrenar no sólo implica salir a correr. Descansar, alimentarse (aquí incluimos la hidratación), estirar son por ejemplo, complementos necesarios de cualquier corredor que quiera serlo de manera seria o al menos de aquel que decida cuidar su cuerpo como un instrumento que lo llevará a obtener logros personales en un camino de superación continua.
Por ello, puedes quizás errar en elegir tu calzado o tu indumentaria y que luego tal elección no haya sido la más acertada para esa ocasión, pero no puedes equivocarte o dejar de lado tu hidratación. Es sólo una cuestión de hábito. Prueba y obtén tus propias conclusiones.
