Extraído de una nota presentada por
el Dr. Silvio Payaslian
Especialista en Clínica Médica
Centros Médicos Ambulatorios (SMG)
El tabaquismo es
la principal causa de muerte evitable en todo el mundo
y, por esto, ha sido calificado por la Organización Mundial de la
Salud como la pandemia del siglo XX. Su impacto en la salud
puede estimarse sabiendo que el tabaquismo es el responsable directo
de, entre otros, de:
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El 35% de las muertes en los
varones y el 25% en las mujeres.
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El 50% de los cánceres en general,
y el 85% de los cánceres de pulmón, en particular.
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El 50% de los infartos de
miocardio.
-
Casi el 50% de los infartos de
cerebro.
-
El 85% de las enfermedades
pulmonares obstructivas crónicas
-
El 30% de los nacimientos con
bajo peso.
En nuestro país, el problema del
tabaquismo presenta una tendencia creciente en los últimos años. En
la Argentina fuma más del 35% de la población y se calcula que el
tabaco mata, en el país, cerca de 39.000 personas por año. En
la ciudad de Buenos Aires, en los estudiantes de nivel medio de
entre 13 y 15 años, la prevalencia de tabaquismo está cercana al
29%.
El tabaquismo pasivo, esto es
la inhalación por parte de un no fumador de humo de tabaco generado
por un tercero, también constituye un problema serio de salud. En
los niños, por ejemplo, está relacionada con un aumento
significativo de la incidencia de asma, neumonía, otitis media y
muerte súbita del lactante, en los adultos, está
demostrado que provoca un aumento de la incidencia de cáncer de
pulmón y enfermedad coronaria.
Viendo este panorama, se entiende que
no podemos quedarnos con los brazos cruzados. ¿Qué hacer contra este
flagelo? Usted, en primera instancia, puede preservar la salud de
sus hijos brindándoles información y educación acerca del tabaco, y
no permitiendo que se fume dentro de su hogar. Es importante saber
que nunca es tarde para dejar de fumar, y que incluso las
personas que han fumado durante muchos años de su vida, obtienen
beneficios en su salud luego de abandonar el hábito.
Si lo
logra, ganará en muchos aspectos:
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se sentirá mejor,
-
su salud tendrá menos percances,
-
dormirá mejor,
-
evitará un envejecimiento prematuro de su
piel,
-
le sentirá más sabor a las comidas,
-
percibirá más aromas, tendrá un aliento más
fresco y, además,
-
dispondrá de más dinero a fin de mes.
Antes de intentarlo debe saber algunas
cosas importantes. En el humo de tabaco inhalado, existen centenares
de sustancias diversas con propiedades distintivas: algunas, como el
benceno y el niquel, tienen alto poder carcinógeno (es decir,
generan cáncer), otras, como el monóxido de carbono, interfieren con
el normal transporte de oxígeno a los tejidos por parte de los
glóbulos rojos, y existe una sustancia, la nicotina, que es una de
las causantes de la adicción y la dependencia al tabaco. A los pocos
días de dejar de fumar, el déficit de nicotina provocado genera en
el organismo un síndrome de abstinencia, caracterizado por
inquietud, ansiedad, malhumor, insomnio y compulsión a fumar. La
aparición de este síndrome es lo que provoca que la mayoría de los
intentos por abandonar el hábito terminen fracasando. Para
prevenirlo, hoy día existe medicación muy útil (por ej: parches de
nicotina, bupropian) que le puede ser brindada por su médico. Sepa
también, que el tabaco produce el mismo daño sea cual fuere la
modalidad en que es fumado (cigarrillos, pipa, habano) y su
presentación (suaves, fuertes, rubios, negros, etc.)
Si usted está convencido y quiere
dejar de fumar, aquí le brindamos algunos consejos útiles:
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A partir de hoy, reduzca el número
de cigarrillos que fuma y fíjese un día de abandono dentro de los
próximos 15 días: a partir de ese día ni una pitada más!
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No permita que se fume en su hogar y
evite estar en lugares donde se fume.
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Inicie actividad física (caminata,
bicicleta, natación, etc.) con la intensidad que su médico le
indique.
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Evite el alcohol y el café durante,
al menos, el primer mes
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Inicie una dieta rica en frutas
(especialmente cítricos) y verduras, disminuyendo la ingesta de
grasas animales.
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Si siente deseo de fumar: deguste
caramelos ácidos o de menta fuerte y realice ejercicios de
respiración y concentración durante algunos minutos (diciéndose a
sí mismo: “puedo vencerlo” “voy a estar mejor”)
-
En ningún momento dude de su
fortaleza para dejar este hábito nocivo: usted puede dejar de
fumar! Hable con su médico de cabecera y pídale consejo y
tratamiento para lograrlo.
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