INTRODUCCIÓN:
Durante la primera etapa de la humanidad, hace miles de años, cada
persona luchaba por subsistir y el Adulto Mayor, salvo honrosas
excepciones, casi nunca contaba con la protección de su grupo. Este
sector era considerado puente y mediadores entre el mundo de los
vivos y el de los espíritus. Se le atribuían poderes sobrenaturales
y eran los que dirigían los ritos y ceremonias en la comunidad.
El “anciano”
era valorado y respetado por los conocimientos y experiencias
acumuladas, y como oradores portadores de las costumbres y
tradiciones de su comunidad.
En esta época
el Adulto Mayor, tenía autoridad, bienes, poder y prestigio social
en su calidad de chamanes, caciques de tribu o jefes de familia.
Eran tiempos en los cuales se valoraba toda la riqueza, en cuanto a
conocimiento, que se había adquirido durante la vida, especialmente
de conocimientos y el Adulto Mayor ocupaba el lugar privilegiado
dentro de su núcleo.
También en
esta época los ancianos hombres eran más valorados que las ancianas
mujeres, las cuales eran relegadas a un segundo plano. Actualmente
en muchos lugares del mundo se viven condiciones similares; sólo por
citar en las selvas del Amazona y del Congo, viven grupos, como los
jibaros o los batak, que mantienen muchas de las costumbres antes
descritas.
En la
Cultura Oriental. El Continente asiático reúne más de la mitad
(58%) de la población mundial. Es reconocido como cuna de grandes
civilizaciones y por el respeto y consideración que tiene con los
ancianos. En países como China, India, Japón, Korea, Libano, Irán,
Irak, Israel, y muchos otros de los 42 países que integran este
Continente, existe una tradición de respeto al conocimiento
acumulado por los años y un fuerte sentido de responsabilidad entre
padres e hijos.
Los actuales
procesos de urbanización y de industrialización, asi como el impacto
de los medios de transporte y comunicación, están cambiando las
antiguas tradiciones y generando tensiones y situaciones similares a
las del occidente.
En la
Cultura Occidental. En los países de Occidente coexiste el
estilo de vida tradicional característico de las zonas rurales, y el
estilo de vida moderna, característico de las ciudades o metrópolis.
En las comunidades rurales tradicionales, las personas mayores están
integradas familiar y socialmente. La situación del Adulto Mayor es
más favorable en comunidades campesinas y de artesanos, que en
comunidades de pescadores artesanales y de mineros.
En los
centros urbanos la familia sigue siendo la principal fuente de
atención y apoyo para las personas mayores. Paulatinamente se están
creando alternativas y servicios para evitar la institucionalización
de los ancianos.
Los Adultos
Mayores, hoy en día, están siendo valorados como recurso humano,
como la fuerza dinámica y un potencial en desarrollo. En todas las
partes del mundo, el Adulto Mayor se está constituyendo en un poder,
ya sea porque son un importante mercado financiero y de salud,
porque el pago de las pensiones amenaza los sistemas de seguridad
social, o bien porque constituyen un número creciente de personas
que tienen valor político para los dirigentes y los partidos. Este
último antecedente, podemos asegurar que en Chile está siendo
magníficamente trabajado por los alcaldes y consejales de la casi
totalidad de los municipios que han constituido los Centros de
Adultos Mayores Municipales.
I
Situación Demográfica y socio
cultural.
Los
últimos estudios demográficos en el mundo, en América Latina y en
Chile, en particular, señalan que la población adulta mayor es una
población en ascenso en todo el mundo. Ecuador y Chile, así como
Europa, Alemania, Francia, son países y continentes que se están
envejeciendo paulatinamente.
En el
año 60, Chile y América Latina tenían un promedio de 10% de adultos
mayores. Es decir del total de 13 millones, aproximadamente
1.330.000 personas eran mayores de 60 años, y se piensa que para el
2025, el porcentaje será mayor aún, ya se habla de un 15% a un 16%,
es decir, en Chile será un poco más de 3.000.000 de habitantes
(según la encuesta CASEN-MIDEPLAN 1990) datos confirmado por el
censo 2.002.
Otros
datos importantes es que la esperanza de vida en la década de los 50
era de sólo 53 años. En 1990 esta llegó a 72 años como promedio,
siendo 75 para las mujeres y 68 para los hombres. Otro aspecto
interesante de señalar es que el envejecimiento al interior de la
población mayor de 60 años, muestra que un 64% se encuentra en el
tramo 60-69 años, y que en el 2000. Esta cifra ha bajado al 59% y la
de la población de más de 80 años ha subido de un 6.8% en los 50 a
9.9 en el 2.000.
En cuanto a
la distribución por sexo, esta señala que un 44.8 son hombres y que
un 55.2% son mujeres entre los gerontes chilenos. Específicamente,
en la zona urbana esta distribución es de 57.1% mujeres y 42.9%
hombres.
La ubicación
geográfica de este sector de la población señala que un 75.5% vive
en los sectores urbanos y sólo un 24.5% lo hace en los campos, con
el agravante que las proyecciones señalan que esta diferencia se
sigue acrecentando. Cada vez más gente de los campos se traslada a
las ciudades en busca de mejor calidad de vida o de más
oportunidades de trabajo y/ de estudio.
Esta
población adulta mayor presenta algunas interesantes características
socio-económicas. Por ejemplo, el 28% vive en el 40% de los hogares
de menores ingresos; el 22.7% se encuentra bajo la línea de pobreza,
siendo el 30% de ellos indigentes. Por otro lado esta encuesta CASEN
señala que del total de la población adulta, el 54,2% son casadas, y
que el 29.5% son viudas. Otros datos señalan que aproximadamente un
20% de esta población vive de allegados y que un 80% vive en su casa
propia; y que de éstos el 90% la tiene casi totalmente pagada.
Alrededor de 235.ooo personas viven en condiciones precarias, esto
es un 15% de la población adulta mayor actual.
En cuanto a
la situación previsional, la mayoría de la población adulta mayor
del país se encuentra afiliada al Sistema Tradicional de Pensiones,
de las antiguas Cajas de Previsión, en cuanto las nuevas
generaciones – tramo de los 60 a los 69 años – están
mayoritariamente suscritos al nuevo sistema de la Cajas de
Compensación que estipulan que las mujeres en el futuro se
jubilarán a los 60 años y los hombres a los 65.
II
EDUCACIÓN DEL ADULTO MAYOR
Mientras la
población general de Chile, presenta una media de 9 años de
escolaridad como promedio, los adultos mayores alcanza sólo los 6
años. Sin embargo, el 85.% de ellos saben leer y escribir, versus el
95.9% de la población total, y de sólo un 2.8% de analfabetos enla
población del tramo 15-59 años.
En el grupo
etáreo 60-64 años, la escolaridad es de 6.7%, en tanto en los
mayores de 75 años sólo se alcanza un promedio de 4.8 años. Por otro
lado, el analfabetismo rural, en
personas
mayores de 60 años llega a un 39.8%, mientras que en las poblaciones
urbanas desciende a un 12%.
III
SALUD DEL ADULTO MAYOR
Algunos datos
proporcionados por el INE señalan que la salud de los senescentes
chilenos muestra las siguientes características:
El 65.2% no
había presentado enfermedades en los últimos años; y de los que la
tuvieron, el 90% presentó o recibió una atención médica adecuada.
El 70% de ellos necesitan medicamentos, pero sólo un 57.7% puede
obtenerlos directamente (31.8% los compraron, y un 18% los consigue
gratis en los consultorios, y el 10% restante en otros sistemas de
seguros). El 77.6 % de la población se atiende por el sistema
público (hospitales y consultorios) el resto lo hace en forma
privada, a través de las ISAPRES (8.9%), o de Instituciones de las
Fuerzas Armadas.
En relación
con el tipo de prestaciones que presentan más demanda de parte de
los Adultos Mayores, se destacan en orden de importancia; el control
preventivo, las consultas por enfermedad o accidente y las consultas
de especialidad. No se observan diferencias significativas por sexo
ni por grupo etáreo. Según la encuesta CASEN de 1998, el 49.6% de
los mayores de 60 años recibe medicamentos en forma gratuita.
En cuanto a
las enfermedades, las más recurrentes son las siguientes:
Aparato
circulatorio 17.7%
Sistema ósteo
articular 14.9%
Traumatismos,
accidentes
Órganos de
los sentidos 12.%
Otros
27%
IV ADULTO
MAYOR Y TRABAJO.
El 22.2% se
declaran activos. Siendo la tasa de desocupación de tan solo un
5.5.% en tanto a la de la población general llegó a un 8.8.%. Sin
embargo un 69% de los que trabajan lo hacen sólo parcialmente, y
sólo un 39% recibe remuneraciones por ello, el resto lo hace como un
aporte al grupo familiar. Del grupo trabajador, un 20 % no tiene
contrato de trabajo por ello, siendo esta situación más grave en la
trabajadora urbana y en los hombres rurales.
Algunos
datos, que en Chile llaman la atención. Del pre censo ( 1.217.576
adultos mayores encuestados ), 151.251 se mostraron económicamente
activos, de ellos 139.000 estaban ocupados y 12.000 cesantes. Por
otro lado de l.066.325 pasivos, 606.000 eran jubilados o rentistas;
350.094 se dedicaban a quehaceres del hogar (328.000 eran mujeres) ;
34.619 incapacitados permanentes y 3.584 estaban estudiando.
Hay que
destacar que el porcentaje de población adulta mayor ocupada en
cargos profesionales y directivos (36.8%) es casi tres veces mayor
que la fracción de la población total ocupada en los rubros
mencionados (13.3%). Esto indica que gran parte de los que siguen
trabajando después de los 60 años tienen una capacidad profesional
y/o empresarial acumulada en edades más tempranas. Por otra parte,
la fuerza de trabajo de la Tercera Edad es proporcionalmente más
calificada que la fuerza de trabajo global.
V ASPECTOS
FISIOLÓGICOS DEL ENVEJECIMIENTO
Muchas
veces por desconocimiento de la fisiología del adulto mayor, este es
sometido a tratamientos innecesarios. El envejecimiento presenta en
los individuos alteraciones naturales que es necesario conocer, para
diferenciarlas de aquellas que se producen
en forma
patológica.
Algunas
características son el aumento de peso, una actitud postural en que
sobresale la flexión, acercándose la cabeza al pecho; se exagera la
cifosis dorsal; se inmoviliza la columna lumbar; los miembros
pierden movilidad a nivel de codos, hombros, rodillas y articulación
coxo femoral. La marcha se hace más lenta e insegura, y los pasos
más cortos y titubeantes.
Disminuye la
visión y la audición; lo mismo sucede con el tacto, el gusto y el
olfato. Esto se debe, específicamente a la degeneración de las
terminaciones nerviosas.
5.1.
Aparato
Cardio-vascular
El corazón del adulto mayor sufre varios cambios
importantes; se hace menos económico, necesita trabajar más para
transportar la misma cantidad de sangre; se hace fibroso, aumenta la
cantidad de grasa subepicárdica; hay mayor rigidez en las válvulas
cardiacas; hipertrofia ventricular y auricular izquierda; se
presentan modificaciones en la circulación coronaria después de los
60 años; la fuerza y la cantidad de latidos cardiacos disminuye;
los extrasístoles se hacen más comunes, la reserva cardiaca baja, el
consumo de O2 disminuye.
Las arterias periféricas se hacen más rígidas, sin
que ello implique ateroesclerosis. La aorta pierde elasticidad, la
sangre fluye más rápido y, por consiguiente, aumenta la presión
arterial.
5.2.
Aparato Respiratorio
En
general, se puede decir que los pulmones disminuyen y pierden
elasticidad. También, disminuye la elasticidad de la caja toráxica,
debido al depósito de calcio en el sistema osteo-cartilaginoso y a
un debilitamiento de la musculatura respiratoria, produciendo con
ello una disminución de la ventilación pulmonar.
Mientras en el sujeto joven la capacidad vital media
es de 4.500 c.c., en el viejo puede descender a una media de sólo
2.000 c.c.
En síntesis, el deterioro del aparato respiratorio es
progresivo e irreversible en los adultos mayores, y sus
características son:
-
carraspeo constante
-
voz quebrada
-
pérdida de la elasticidad toráxica
-
disminución progresiva de la
elasticidad de la membrana pulmonar, los alvéolos y los bronquiolos,
lo que conlleva dificultad para un suministro adecuado de 02 y la
consiguiente eliminación del exceso de CO2.
5.3.
Alteraciones del Aparato
neuroPsicomotor
a.
envejecimiento
del sistema nervioso.
La razón fundamental de este deterioro es la pérdida
de 100.000 neuronas diarias, lo que conlleva un enlentecimiento de
todas las funciones motoras, sensitivas y sensoriales.
b.
Disminución de
las facultades intelectuales.
En este aspecto dos son las características:
-
se mantiene la comprensión, la
capacidad de juicio, el vocabulario y los conocimientos generales, y
-
se alteran la atención, la
concentración, la memoria, la rapidez de reacción y de asimilación.
En general, el deterioro neuropsicomotor se traduce
en:
+ alteración de los reflejos a nivel de los
huesos y de los tendones;
+ trastorno del equilibrio en posición
bípeda;
+ trastorno en el esquema corporal;
+ trastorno en la ejecución de ejercicios;
+ trastorno en el conocimiento del mundo
exterior.
5.4.
Sensorialidad
Alteraciones de la vista: implica una pérdida y
modificaciones de la visión de cerca, debido a la disminución de la
elasticidad del cristalino. Reducción del campo visual.
Alteraciones de la audición: lo que influye tanto en
el campo motor como en el ámbito social. Una persona con disminución
auditiva, es una persona ansiosa, insegura, que pierde el equilibrio
y que por lo tanto tiene problemas para desplazarse. Igualmente los
defectos de audición no le permiten llevar una conversación fluida
lo que conlleva un aislamiento ya sea por voluntad propia o por
reacción de las demás personas.
Alteraciones del gusto y el olfato: Quizás uno de los
mayores problemas para el adulto mayor es la perdida del gusto lo
que le hace perder interés por ciertos alimentos, y caer en crisis
alimenticias y nutricionales.
5.5.
Alteraciones musculares
Las
alteraciones musculares producto del envejecimiento, son de tres
tipos:
·
disminución del tono muscular
·
pérdida de la fuerza
·
atrofia de la masa
muscular
5.6
Alteraciones
articulares y óseas
Estas pierden movilidad y elasticidad, haciéndose proclives a las
lesiones como consecuencia de la artrosis. La artrosis es la
responsable de provocar la desaparición progresiva del cartílago que
limita el juego de la articulación, con la consecuente atrofia
muscular, debido al dolor; rigidez de ligamentos y tendones conexos;
debilitamiento de las propiedades del liquido sinovial.
En las alteraciones óseas, la más característica es
la osteoporosis, que es el paso del hueso desde un estado
consistente a otro esponjoso, con las consecuentes deformaciones.
Son pocas las personas adultas que se preocupan de
cuidar sus huesos. Las mujeres no toman conciencia de los problemas
hasta cuando les llega la menopausia o hasta que comienzan a
sufrirlos, que puede ser aún antes de este momento fisiológico. O
tal vez lo analizan cuando sufren una fractura. El calcio es el
elemento fundamental para mantener en forma los huesos, el mayor
depósito de este mineral se produce entre los 6 y los 18 años. Pero
generalmente esto es percibido sólo cuando ya adultos se produce
alguna fractura en la cadera o en las vértebras, y se diagnostica al
paciente una osteoporosis.
Esta enfermedad se presenta como una reducción de la
masa ósea de los huesos que se debilitan al punto de quebrarse
fácilmente , si bien cualquier hueso puede ser afectado,
habitualmente son más susceptibles la cadera y la columna. Para
estar más seguro, el médico, generalmente recurre a una
densitometría ósea, la que mide la densidad mineral del hueso.
VI LA ACTIVIDAD
FÍSICA COMO PREVENCIÓN DE LA SALUD
La
inactividad física hoy día es tan nefasta y cara que ningún país se
puede dar el lujo de sostenerla. Se sabe hoy que ella es constante
de muchas de las llamada enfermedades de la civilización moderna o
contemporánea. (Sedentarismo, sobrepeso, stress ).
El Dr. Olof
Astrand (1978) decía “ se puede rejuvenecer 15 años haciendo
ejercicios”. Esto quiere decir que la actividad física puede colocar
más vida a los años. Es decir, mejorar su calidad de vida.
La reflexión
es :
¿qué se puede
hacer para que esta actividad física sea provechosa para la salud
del adulto mayor?
¿Qué tipo de
ejercicios o esfuerzos son los más recomendables para los adultos
mayores?
¿Quizás si
entrenamientos diarios, constantes mediciones, test, una preparación
física adecuada en cantidad y calidad, como si fuera a competir o a
practicar deportes de rendimiento?
Según el
mismo Astrand, una sola cosa es necesaria, practicar actividad
física todos los días”.
El hombre de
hoy pasa 150.000 horas sentado, la televisión, la mecanización, los
medios de trasporte, el, estudio, el descanso, son algunas de sus
principales causas. Y su efecto: Alemania gasta 10 billones de
marcos en tratamiento y recuperación de enfermedades
cardiovasculares.
De allí que en el Congreso Brasileño de cardiología se haya
insistido en estas indicaciones:
“Medir la
presión arterial de vez en cuando, caminar 30 minutos diarios,
controlar el peso para no engordar, reducir el consumo de sal,
tratar de controlar las emociones”.
Entre las
principales actividades físicas recomendadas para el adulto mayor,
se encuentran las siguientes:
·
caminar, nadar,
bailar, y andar en bicicleta
·
secundariamente,
trotar y jugar tenis
·
alejado de lo
nuestro: esquiar ( ski de fondo )
Las actividades deportivas SI, siempre y cuando
sirvan para:
a.
crear dentro del grupo, una sana
emulación, excluyendo el espíritu de competición;
b.
perfeccionar el espíritu de equipo
hacia una mejor inserción social.
En general, los deportes deben
realizarse de manera recreativa y en la modalidad de Deportes
Adaptados ( espacios reducidos, mayor número de jugadores,
reglamentos simples y especiales, materiales adecuados (mejores
colores, más livianos, etc.)
La Actividad
Física del Adulto Mayor debe regirse por ciertos principios entre
los que conviene citar los siguientes:
1.
Principio de la Generalidad o
Variedad: cambiar constantemente el tipo de actividad. Por
ejemplo: caminar, bailar, nadar, realizar juegos, practicar un
deporte recreativo, etc.
2.
Principio del Esfuerzo:
practicar en forma moderada; regirse por el criterio de que el
ejercicio físico es bueno para la salud, pero que uno de intensidad
superior produce daños, lesiones y trastornos psicológicos.
3.
Principio de regularidad:
Como norma 3 a 5 veces por semana y no más de 45 minutos
diarios, con un mínimo de 25.
4.
Principio de Progresión :
la ley metodológica , de lo simple a lo complejo, de lo fácil a lo
difícil; siempre de poco a más. Aumente ritmo, tiempos y
distancias, poco a poco.
5.
Principio de Recuperación.
Descanse y duerma bien, después que trabaje, sobre todo si lo ha
hecho con mucha intensidad o con más de lo normal.
6.
Principio de Idoneidad. No
haga lo que no sabe, estudie para trabajar con adultos. Un Programa
de Adultos Mayores debe decir: SI al aerobismo o a la Resistencia;
SI a la Coordinación y a la flexibilidad y a la movielasticidad, y
NO a la Velocidad y a la Potencia o Fuerza desmedida e innecesaria.
CUIDADO con la Fuerza, algo es necesaria para mantener el tono y
evitar las atrofias.
7.
Principio de Individualización.
No hay programa tipo para todos los adultos mayores. Debe
respetarse la individualidad. Cada adulto es una historia personal.
VII
BIBLIOGRAFIA
1.
Dominguez,
Oscar La vejez, nueva edad social. Ed. A. Bello, Santiago.
1982.
2.
Ibarra V. Lucía Actividades Físicas y recreativas para
el Adulto Mayor. Edic. DIGEDER, Santiago. Chile 1996.
3.
Jimenez A. Gladys Educación Física y Adulto Mayor. Edic.
DIGEDER, Santiago. Chile, 1996.
4.
Lehr, Ursula Psicología de la senectud. Herder,
Barcelona. 1980
5.
Lorda, Raúl Educación física y recreación para la
Tercera Edad, Montevideo, Edic. Dipal. 1987.
6.
Pont Geis, Pilar Tercera Edad, actividad Física y Salud.
Barcelona.
7.
Soler, María del C. Cómo enriquecer la 3ª.edad. Edit. Argos
Vergara, Barcelona.
8.
Varios 50 años cumplidos. Guía
practica de
la Tercera Edad. PPC. Madrid, España. 1980.
TALLER DE ACTIVIDAD
FÍSICA PARA EL ADULTO MAYOR
Prof. Horacio Lara Díaz (Chile )
El Taller
intentará llevar a la práctica los conceptos de la Conferencia que
le servirá de marco referencial.
INTRODUCCIÓN:
Ejercicios de calentamiento, aeróbicos en base a música bailable,
caminar, desplazarse, ejercicios de orientación espacial y un juego
social.
DESARROLLO:
Fase aeróbica en base a temas musicales en su primera parte y a
conciencia del ritmo de marcha en su segunda parte.
Ejercicios de movilidad articular y
flexibilidad, con apoyo de implementos tales bastones, toallas,
cuerdas.
Trabajo de silla para fortalecer la
tonicidad muscular, la postura, la flexibilidad y el ritmo de
trabajo.
Trabajo de fuerza con pequeños
implementos y o en parejas, buscando una mayor tonicidad muscular
con efecto utilitario.
Actividades recreativas grupales con
experiencias vividas por los propios participantes. Juegos y otros.
FINALIZACIÓN: Práctica y discusión de algunas formas de evaluación
propias del adulto mayor. Ejercicios de relajación y vuelta a la
calma
Materiales:
Globos. Tocacasettes. Cuerdas, Sillas sin pasamanos, Toallas. |