El material
teórico que suelo volcar en mis publicaciones, está generalmente
ligado a los altos niveles de rendimiento deportivo. Con un poco de
imaginación el lector puede utilizar estos lineamientos para el
entrenamiento de principiantes. En este capítulo ejemplificaré los
pasos a seguir por un principiante de edad intermedia, desde el
primer día hasta transformarlo en un atleta de aceptable
rendimiento, un par de años después.
Estado de situación
La gente común,
no es muy afecta a la actividad física. El mayor porcentaje de
personas la realiza solamente si es de carácter obligatorio, por
ejemplo durante la etapa escolar.
Uno de los
casos típicos que se nos puede presentar, es el de la persona de 35,
40 años de edad que decide reiniciar su actividad física abandonada
ya hace 20años, cuando estudiaba en la escuela secundaria.
Su estado
actual se resume en los siguientes puntos:
- Movilidad
articular disminuida, por deficiencias en la flexibilidad y en la
fuerza muscular.
- Pobre
capacidad aeróbica.
- Sobrepeso, o
inadecuada relación entre el % de grasa y el peso magro
- Baja
tolerancia al esfuerzo, a la acidez y a las molestias en general.
Evaluación inicial
La evaluación
inicial debe resumir de la mejor manera posible el estado inicial
del alumno, para poder en el futuro demostrarle fehacientemente su
mejoría y que esto sea un aliciente para continuar con el programa.
Apto médico
Este item, en
tantas ocasiones ignorado, no sólo por los gimnasios, sino también
por las grandes instituciones deportivas, es de capital importancia.
No deberíamos admitir para la practica de actividad física a
personas que no demuestren fehacientemente su apto de salud que lo
habilite para realizar deportes sin riesgos.
Evaluaciones antropométricas
De existir la
posibilidad de realizar algunos de los tantos testeos de evaluación
antropométrica, perfecto, las mediciones subsiguientes deberán ser
con el mismo testeo y de ser posible el mismo evaluador, para que la
correlación de los datos sea mayor.
Algunos
entrenadores solemos utilizar el calibre de medición de pliegues
cutáneos, para controlar la evolución del grosor de algunos pliegues
en particular. Esta costumbre es muy útil en la medición de personas
obesas, que tienen pudor para ser evaluadas y en esta circunstancia
podemos seguir por ejemplo simplemente la evolución del pliegue
triccipital.
En los primeros
meses de entrenamiento con sobrecarga, la mejoría que evidencian los
registros obtenidos por la evaluación antropométrica son muy
importantes, lo que genera motivación para el alumno y satisfacción
para el profesor |