Parece obvio tener
que fundamentar la razón y necesidad de la Educación Física desde un
punto de vista biológico, en un mundo en el que la primer causa de
muerte son los accidentes automovilísticos, y la segunda las
enfermedades cardiocirculatorias y respiratorias aumentadas por la
vida sedentaria predominante en nuestros días.
Es evidente que en
los animales superiores el movimiento es la expresión de una
organización muy elaborada a través de una estructura de dimensión
importante. Pero en todos los niveles de la escala vital, el
movimiento está indisolublemente asociado al fenómeno de la
reactividad, expresa do por la respuesta (“reacción”)
de un organismo, a la acción de un estímulo apropiado. Es así que
podemos definir al estímulo como una modificación del medio
(externo o interno), que produce una reacción o respuesta por parte
del sujeto sometido a su acción.
La noción de
estímulo implica dos elementos: a. los órganos sensoriales
receptores de las modificaciones del medio (externo o interno); y,
b. las respuestas que suceden a los estímulos captados. En
líneas generales, las respuestas de los organismos inferiores son
mucho más simples que las de los organismos superiores; pero en
ambos casos, constituyen siempre unidades de acción sobre el medio.
A esas unidades de respuesta que actúan sobre el medio, las llamamos
comportamientos.
Esos comportamientos
no están aislados entre sí; por el contrario, se articulan
conformando lo que conocemos como conductas, propias y
distintivas de cada especie. Estas conductas se expresan a través de
movimientos. Pero hay otras características definitorias de los
seres vivos además del movimiento y la reactividad: a) la
organización específica de cada especie viviente; b) el
metabolismo; c) el crecimiento; d) la reproducción;
e) la diferenciación; y, f) la adaptación.
MOVIMIENTO Y
ORGANIZACIÓN ESPECIFICA
Los seres vivos y
particularmente los animales, presentan formas y dimensiones
definidas para cada especie; con una organización de complejidad
creciente desde el nivel molecular al celular, y desde éste hasta
los niveles superiores de los tejidos, órganos y sistemas,
conservando un funcionamiento coordinado entre sí, que es la
expresión más característica de un organismo biológico.
Las relaciones entre
Movimiento y Organización Específica se objetivan de dos maneras:
a. la complejidad de la función motriz es equivalente a la
complejidad del organismo que la realiza; b. la
estructura motriz de una especie está determinada por la
arquitectura biológica de esa especie (de una generación
a otra, los individuos de una misma especie se van transmitiendo
unos a otros, entre otros caracteres distintivos, los patrones
motores que los caracterizan). La técnica de vuelo de un ave, el
desplazamiento en el agua de un delfín, y la locomoción humana
confirman el principio de que “cada individuo solo puede realizar
los movimientos para los cuales su especie dispone de estructura
motriz y arquitectura biológica adecuadas”. (F. SOBRAL).
En el hombre,
la garantía de que un individuo realice exactamente los mismos
movimientos y los mismos gestos que realizan los otros individuos de
su misma especie, no es tan automática y rígida como en los
animales. Las que existen en el momento de nacer la criatura humana,
son todas las potencialidades adquiridas a lo largo de miles de
siglos de evolución histórica de la especie; pero solo el estímulo
social, la educación si le queremos poner un nombre,
garantizará el pleno desarrollo de esas potencialidades.
Si el medio social
es pobre en estímulos desencadenantes del ejercicio de esas
potencialidades, se presentarán fallas, lagunas en el desarrollo
motriz, que cuanto más se tarde en atacarlas menos posibilidades
habrá de remediarlas. El rol humilde del instinto en el desarrollo
de la motricidad humana (comparado con otras especies), aporta un
número relativamente reducido de patrones innatos de movimiento, los
que muy temprano se tornan insuficientes ante las exigencias del
medio y la vida social.
MOVIMIENTO Y
METABOLISMO
Vida y energía son
dos conceptos inseparables en el plano biológico. La vida es una
constante transformación de energía. La continua utilización de
fuentes energéticas y la liberación de energía que permanentemente
se produce en el interior de las células (tanto en un organismo
unicelular como pluricelular), recibe el nombre de Metabolismo;
el que es responsable del crecimiento, conservación y regeneración
de las estructuras orgánicas.
Al igual que en
todas las otras funciones del organismo, la función motriz
implica la ruptura y restablecimiento de las uniones químicas que
aseguran la energía necesaria para la realización de una tarea
motriz.
En la función
motriz encontramos en todos los niveles, pero con más notoriedad
en la contracción muscular, las categorías principales de reacciones
metabólicas. Aún en el caso de los sujetos sedentarios su actividad
motriz exigirá contracciones musculares en las que se consumirá
oxígeno, fosfocreatina y ATP, y se formarán
dióxido de carbono, ácido láctico y fosfato inorgánico.
MOVIMIENTO Y
CRECIMIENTO
Existen muy
estrechas relaciones entre crecimiento y movimiento en los animales
superiores, como lo demuestra la menor talla de los animales criados
en cautiverio, en espacios sensiblemente inferiores a los de su
habitat natural. Pero esta relación es mucho más evidente aún en el
ser humano.
La Biología
comprueba que todos los organismos vivos modifican sus dimensiones a
lo largo de la vida, y sobre esa constatación se basa la concepción
de crecimiento. En los organismos unicelulares el crecimiento
se debe exclusivamente al aumento del tamaño de la célula (hipertrofia);
en los pluricelulares ese aumento de las dimensiones se debe al
aumento de tamaño de las células individuales (hipertrofia),
al aumento del número de las mismas (hiperplasia), o a ambos
mecanismos en conjunto.
Ya no es necesario
demostrar que la actividad física sistemática influye favorablemente
sobre el crecimiento humano; el crecimiento ósteomuscular
precisa del movimiento para alcanzar sus máximas posibilidades
potenciales; la maduración del sistema nervioso se ve potenciada por
el ejercicio motor; y lo mismo sucede con las grandes estructuras
responsables de las funciones vitales (miles de trabajos científicos
hablan de la necesaria influencia de la motricidad en el desarrollo
cardio/pulmonar). Pero es obvio también que la producción de
movimientos cada vez más amplios y coordinados dependerá a su vez
del crecimiento óseo, del desarrollo muscular y
ligamentario, y de la maduración del sistema nervioso;
mientras que la posibilidad de realizarlos continuadamente en el
tiempo soportando la fatiga, va a estar determinada por el
desarrollo pulmonar y cardíaco.
MOVIMIENTO Y
DIFERENCIACIÓN
La función motriz
se realiza sobre una base material que en el hombre es una
estructura que evoluciona desde la fecundación, el huevo unicelular,
pasando por el feto, luego el nacimiento, no dejando de
desarrollarse hasta la maduración. Los procesos de diferenciación y
especialización celular que irán constituyendo los tejidos y órganos
distintos que a su vez dan lugar a la compleja estructura final, se
ven influenciados, al tiempo que los condicionan, por todos los
movimientos, y la función motriz es decisiva en muchos de
esos procesos de diferenciación.
MOVIMIENTO Y
ADAPTACIÓN
Desde el punto de
vista biológico, se entiende por adaptación a cualquier
modificación estructural, fisiológica o de comportamiento, que le
permitan a un organismo vivo mantenerse en estado de equilibrio con
su entorno (homeostasis). La eficacia, es decir la
solución positiva mediante una conducta o una acción que satisfagan
una necesidad orgánica o un interés, es un concepto ligado
indisolublemente al de adaptación.
En todos los
organismos animales y en cierto modo en los vegetales, el movimiento
está asociado a la adaptación. En el hombre el papel del
movimiento en la adaptación es evidente tanto en lo que se refiere a
la adaptación individual, como en la que podemos llamar
adaptación ontogenética de la especie a lo largo de su historia
biológica. En efecto, los movimientos humanos son inseparables de
las estructuras que los provocan. Entre la marcha y el aparato
locomotor, como entre la manipulación y la anatomía de la mano, o ya
en otro plano, entre los comportamientos motrices y la conducta
global del sujeto, existe una unidad evidente e indivisible.
Desde nuestros
antepasados comunes con los grandes monos, hasta el hombre actual;
el movimiento ha sido causa y efecto principal de las diferentes
adaptaciones que han permitido llegar al ejemplar humano de nuestros
días.
MOVIMIENTO Y SALUD
La actividad física
es utilizada con criterio terapéutico desde la más remota
antigüedad, se conocen grabados chinos de los años 3000/2000 antes
de Cristo, en los que se muestran movimientos y masajes utilizados
con fines terapéuticos. Ejercicios respiratorios, “movimientos
pasivos” y ejercicios de resistencia aplicados para enfermedades del
aparato respiratorio, circulatorio y afecciones quirúrgicas
(luxaciones, fracturas, etc), nos llevan a pensar en la existencia,
en época tan temprana de nuestra historia, de escuelas médico
gimnásticas donde se enseñaban estas técnicas.
En los “Vedas”,
libros sagrados de los hindúes (1800 A.de C.), se describe la
importancia de los ejercicios activos y pasivos, de los ejercicios
respiratorios y de los masajes en las diferentes tera-pias.
HIPOCRATES (460-377 A. de C.) concedió gran importancia a la
Gimnasia Terapéutica y a la dieta en la curación de las
enfermedades, considerando además que la Gimnasia Terapéutica debía
tener un carácter estrictamente individual. Por su parte CELSO
(siglo II A. de C.), confirió mucha trascendencia a la Gimnasia y al
masaje en la rehabilitación de las parálisis, habiendo llegado a
emplear aparatos especiales para la flexión y extensión pasiva de
las extremidades (Mecanotera pia).
La decadencia del
conocimiento científico en la Edad Media también se reflejó en esta
área en todo el mundo occidental. Pero en los países árabes surgió
el gran médico AVICENA (980/ 1037) que en su obra “El Canon de
las Ciencias Médicas” fundamentó teóricamente la importancia de
los baños de sol, del régimen alimenticio adecuado, y del empleo
de los ejercicios físicos para las per-sonas de cualquier edad.
En el Renacimiento
(siglos XV/XVII) florecen las ciencias y las artes, se desarrollan
el criterio cien tífico y experimental de las Ciencias
Naturales; la Anatomía Descriptiva y Comparativa, la Fisiología y
una rudimentaria Cirujía. Se editan el “Tratado de Ortopedia”
de HOFFMAN, el “Arte de la Gimnasia” de MERCURIALIS, “La
Gimnasia Médica o los Ejercicios de los Órganos Humanos se
gún las Leyes de la Fisiología, la Higiene y la Terapéutica” de
TISSOT.
El Sistema Nervioso
y los órganos internos garantizan a los músculos la posibilidad de
ejecutar trabajo. Durante la actividad los músculos se
abastecen intensamente de oxígeno y substancias alimenticias,
mientras que los productos de la descomposición se eliminan del
organismo. Para su supervivencia como especie el hombre se vio
obligado a lo largo de la historia, a producir un enorme
volumen de trabajo. La posibilidad de ejecutar un trabajo muscular
de manera prolongada, se consolidó en ese proceso , y se convirtió
en necesidad para el normal funcionamiento de su Siste ma Nervioso y
sus órganos internos; y consolidó una estructura de comportamiento
acorde con esa necesidad por añadidura.
Actualmente, el
progreso técnico ha liberado al hombre del trabajo físico pesado,
pero la brusca disminución de la actividad motriz, conocida con el
nombre de Hipoquinesia (o sedentarismo), influye
desfavorablemente en las principales funciones vitales del
organismo. Por eso en la actualidad los ejercicios físicos adquieren
enorme importancia preventiva y terapéutica, y se han convertido en
un vector esencial de la lucha por mantener y mejorar la Salud.
EL EJERCICIO FÍSICO
COMO HERRAMIENTA DE LA ED. FÍSICA
Una forma
tradicional de definir los contenidos de la Educación Física fue a
través de la expresión “ejercicio físico”. Esta expresión ha
sufrido diversos embates que en base a interpretaciones arbitrarias
le han quitado, injustamente a nuestro criterio, amplitud de
significado llevándola al desuso. En primer término se pretendió
darle al ejercicio físico una connotación de intencionalidad
biológica exclusivamente: hacer a los hombres más fuertes y robustos
para hacerlos más sanos median te los ejercicios físicos. En
segundo lugar se quiso dar al término “físico” un carácter
restrictivo que dejaría de lado finalidades trascendentes que la
Educación Física moderna ha incorporado a sus objetivos. Y
finalmente por que se le ha adjudicado al término “ejercicio”
una connotación didáctica precisa asociada a la repetición como modo
de fijación y perfeccionamiento de una habilidad o capacidad, hoy
adjudicada despectivamente a la “pedagogía tradicional”.
Es así que nadie
discute hoy que hacemos ejercicio físico cuando corremos, o
cuando levanta-mos repetidamente una carga dada. Pero el acotamiento
precitado les impide a algunos teóricos actuales de la pedagogía de
la Educación Física, aceptar como ejercicio físico el
aprender una danza folklórica o el armar un campamento, por más que
ambas actividades exijan una serie de movimientos que se van
perfeccionando y haciendo más naturales y económicos con la
práctica; por eso se puso de moda en la segunda mitad del presente
siglo la palabra situaciones, o situaciones educativas
en la educación general. Pero nos guste o no, las situaciones
no dejan de ser ejercicios físicos simples, complejos o muy
complejos de acuerdo a sus objetivos y cantidad y calidad de sus
movimientos componentes; siempre en el terreno de la Educación
Física. Lo que sucede es que algunos confunden originalidad
de pensamiento con vocabulario rebuscado.
Podemos definir al
ejercicio físico como: “un conjunto de movimientos simples
o una serie de movimientos complejos, criteriosamente articulados en
función de un objetivo previamente definido, y susceptibles de
repetición sistemática”.
También es cierto
que existen ciertos ejercicios que no requieren de movimiento para
lograr su objetivo como sucede con la Relajación, o con el
Yoga, constituyen actividades en las que el movimiento es
interior, recanalizan la energía interna. |