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Música
y deporte constituyen dos manifestaciones del arte y de la libertad donde
el esfuerzo equivale a progreso y las emociones generan nuevas expresiones
hacia el infinito. Son dos muestras del romanticismo, dos prácticas públicas
donde se despliegan y verbalizan abiertamente los sentimientos.
Siempre
que se piensa en música y deporte aparece un grupo no muy numeroso de
composiciones específicas y saltan a la luz las aficiones deportivas de
las grandes estrellas de la música pop como Rod Stewart o Elton John.
Pero la realidad se encarga de demostrar que el deporte es un ámbito para
la lírica de los sentimientos y encuentra en la combinación con la música
un punto de encuentro vital para tomar las calles, las gradas, la vida.
Que música y deporte son dos conceptos para describir el carácter
popular. En Argentina la apasionada vivencia del deporte, dentro y fuera de las canchas, ha convertido al humor gráfico y a la música en las expresiones artísticas favoritas para mover los corazones. Los bolígrafos y rotuladores de los humoristas gráficos han desangrado en papeles ambientes de ilusiones compartidas gracias al talento y la magia de Caloi, Fontanarrosa, Garaycochea, Mordillo, Quino… El embotellamiento en canciones de emociones, experiencias personales y pasiones colectivas ha hecho circular una energía creativa imposible de parar. Ha dado lugar a un fenómeno original. UN CORO DE SENTIMIENTOS
La unión de voces y sentimientos abarca diversos ámbitos: la
cancha, la grada, la
literatura y los medios de comunicación.
1.1.-
La cancha
La música argentina refleja los acontecimientos que ocurren sobre
el terreno de juego y centra su atención en las aspiraciones de todo tipo
de futbolistas, en las grandes figuras del balompié y en la singular
explicación, que a veces realizan los ídolos, de su vivencia deportiva
en clave musical.
Jugadores
Las
emociones de los jugadores aficionados y profesionales, sus ilusiones, sus
ansias, sus aspiraciones, sus sueños y sus sentimientos han sido
ampliamente condensados en las letras, como en el magnífico tango El
sueño del pibe. Pero las composiciones musicales también han valorado la calidad de equipos como River Plate o Boca Juniors; y, sobre todo, han destacado las cualidades de jugadores de gran clase: Baldonedo, Benavidez, Boyé, Ferreira, Gollet, Grillo, Kempes, Labruna, Lacasia, Maradona, Martino, Méndez, Monzón, Pedernera y Pescia.
Explicación de hechos
en clave musical
Un
caso singular del deporte argentino consiste en expresar la vida de los
deportistas en clave de tango, asociando el estado de ánimo de
acontecimientos deportivos a dichas composiciones musicales o expresando
sus sentimientos con fragmentos de canciones.
Este
hecho se puede constatar en los libros de memorias ¡Gracias,vieja!
y Yo soy el Diego de la gente. Alfredo di Stéfano narra la primera
derrota del Real Madrid en octavos de final de la Copa de Europa, frente
al Barcelona el 23 de noviembre de 1960, con la letra del tango
"Bronca". O recuerda sus conversaciones con José Samitier, la
persona que lo quiso traer a España, y que le llamaba Percanta, en alusión a la canción de Pascual Contursi "Mi
noche triste", el primer tango grabado por Carlos Gardel. Y en el
caso de Maradona, se declara un enamorado del tango para asociar el
recibimiento emocionado del Nápoles a los sones de El
Choclo.
1.2.-
La grada
El
tono participativo y la festivo del deporte ha generado obras para dar
rienda suelta a la expresión de las emociones de la grada: cánticos,
valoraciones de acontecimientos deportivos y el reflejo de la vida social
del aficionado a los deportes. Cánticos
Uno de los géneros más llamativos del deporte argentino está constituido por los cánticos de las gradas, que han evolucionado desde simples cantos de ánimo a demostraciones de sentimientos (amor, odio, tristeza o alegría), a alusiones a la actualidad política y social y a una expresión ideológica. Han desarrollado contenidos narrativos para la épica del equipo o del deportista propios y contenidos descriptivos para destacar sus cualidades y rebajar las del rival. Han creado seis tipos de temas recurrentes. Primero, insultos y burlas sexuales basados en una procedencia social considerada denigrante, en la capacidad de resistencia y en la fidelidad al equipo. Segundo, amenazas a las personas y al espacio físico, así como la negación de la existencia del contrario o de su capacidad. Tercero, un autoelogio que resalta la profundidad del sentimiento de orgullo, compromiso y fidelidad, la superioridad para someter al rival, la capacidad para ejercer la violencia, la constancia ante la adversidad y la consideración de la propia hinchada. Cuarto, la presentación de la victoria como un elogio del descontrol. Quinto, la formación de apelativos para designar a las hinchadas a partir de nombres de animales, de una identidad basada en el barrio o en actividades laborales, de su extracción social, de sucesos o hechos propagandísticos de los clubes y de insultos. Y sexto, hacen referencia a sentimientos inexplicables de afecto, a una experiencia irracional única, a una idea de identidad especial o pertenencia. Todo ello, envuelto en melodías creadas desde cero o aprovechando sintonías de
marchas
políticas, anuncios, pegadizas canciones de moda, programas de televisión…
Acoge todos los géneros, desde el tango hasta el rock para convertir el
estadio en un ámbito para el arte y el juego, para la creatividad y para
lo imprevisible, así como para un entretenimiento donde el deseo se
impone a la lógica racional.
Valoración de
acontecimientos deportivos
Cercano
al fenómeno de los cánticos de los aficionados están las composiciones
creadas para favorecer el ambiente festivo ante determinados
acontecimientos. Es el caso de la vivencia en la Copa del Mundo, de la
expresión de la alegría popular al compás de las melodías. Así, la
fase final celebrada en Argentina dio lugar a ocho composiciones
triunfales: Marcha oficial del
Mundial '78, The hit of Viva el
Mundial, Los chicos del Mundial,
La Copa tiene dueño, La
Copa es de Argentina, El equipo
del Mundial, Argentina, te
queremos ver campeón y Argentina,
te llevo dentro de mí. Y la fase final de España en 1982 fue la
cancha para La milonga clementera basada en el personaje del humorista gráfico
Caloi. La apasionada vida
social del aficionado
El
otro gran centro de interés es la vivencia social del fútbol y de las
carreras hípicas. Conforman una experiencia apasionada que encaja en
todos los ámbitos de la vida personal, de los recuerdos del barrio y de
la vida cotidiana del Río de la Plata.
Se
reseña la nostalgia del pasado: el barrio y su actividad; el deporte como
tema de conversación, como fuente de valores y como elemento para definir
épocas relacionadas con la televisión, la adolescencia o la violencia.
El
deporte forma parte imprescindible de la vida social y de las tertulias.
Pero alcanza una especial emoción en la vivencia de pasiones desbordadas
de los aficionados, con las emociones de niños enfermos, los esperpénticos
galanes de mediana edad que han sustituido la vida por el deporte, el
costumbrismo de las apuestas, la fiesta social del hipódromo y del
estadio, los nervios en las llegadas apretadas en la recta final, la
amarga crítica de las esposas que sufren los excesos de sus maridos por
vivir sin control la pasión deportiva…
1.3.-
La literatura
La
relación entre música y deporte también ha llegado al teatro. La pasión
por el fútbol ha sido llevada a escena en la obra literaria Once
corazones, estrenada el 18 de febrero de 1999 en el bonaerense Teatro
de la Ribera. A través de un lenguaje escénico que recurre a la música,
dos guitarras, dos voces, la narración y varias coreografías, Miguel
Cantilo y Jorge Durietz han relatado la historia de un club de barrio que,
como consecuencia de los intereses económicos de uno de sus socios, acaba
vendiendo su sede central. En ocho temas interpretados en forma de duetos
con tangos de ritmo rápido y cortado, reivindicaron la nostalgia de los
potreros y la decepción por el actual funcionamiento del negocio del fútbol
y sus excesivos intereses comerciales.
1.4.-
Los medios de comunicación
Un
cuarto y último ámbito para la relación entre música y deporte es el
mundo de la comunicación, por su gran capacidad para el entretenimiento
de masas.
Por
una parte, ha estado presente en la sintonía del programas televisivos y
en la ambientación musical de la películas como Calles
de Buenos Aires. También aparece en la radio con la original síntesis
entre tango y deporte, realizada por
Bernardo Bergé, en el microespacio B.
B. Gol en el Aire con producciones especiales sobre la actualidad
mundial, cortinillas musicales, recitados, poemas, reportajes…
Y
por otra, es muy curiosa la creación de un estilo barroco y literario de
relatos deportivos que recurre en sus titulares a la expresividad de los títulos
de canciones muy conocidas. Es habitual en el periodismo satírico, pero
uno de sus principales ejemplos se halla en el titular del semanario El
Gráfico con motivo de la victoria ante Inglaterra en la Copa del
Mundo de 1986: “No llores por mí, Inglaterra”.
LA
ORIGINALIDAD: DEPORTISTAS Y MÚSICOS
La relación entre música y deporte ha convocado al talento de numerosos letristas, músicos e intérpretes. Al igual que en otros países son numerosos los músicos y escritores que han colaborado a hacer creaciones artísticas con la magia de las emociones del deporte. Una lista incompleta del ingenio argentino convoca humoristas gráficos y músicos de los más variados estilos, entre otros: Pepe Aguirre, Osvaldo Avena, A. Aznar, Juan Sebastián Bella, Hilda Bevacqua, Miguel Bonano, Antonio Botta, Miguel Buccino, Andrés Calamaro, Caloi, Enrique Campos "Inocencio Troncone", Juan Cao, Mario Clavel, Gustavo Cosentino, Saúl Cosentino, Orestes Cuffaro, Martin Darre, Degrossi, Dispagna, Fabulosos Cadillacs, Omar Facelli, Hebert Fayet, Enrique Ferrari, Horacio Ferrer, J. Fontana, Manuel Reyes García "Lito Bayardo", Raúl Garello, Francisco Germino, Roberto Giménez, J. Guichandut, Laino, Natalio Lamicela, Rafael Lauria, Francisco Lomuto, Nolo López, Los Piojos, Héctor Marco, Alberto Margal, Lito Mas, H. Morales, Jorge Moreyra, Héctor Negro, Julio Nudler, Miguel Padula, Armando Pontier, Juan Puey, N. Rama, Edmundo Rivero, Rodrigo, Jaime Roos, O. Rubens, Sheriko, Federico Silva, Luis Spinelli "Roberto Morel", Osvaldo Tarantino, Adriana Varela, Nicolás Verona, Reinaldo Yiso Zeliz Blanco…
Argentina
también comparte con otros países que el ídolo refleje sus gustos
musicales para recalcar su identidad. Un buen ejemplo son los libros de
memorias Yo soy el Diego de la gente
y ¡Gracias, vieja!. En el
primero, Maradona admira el tango y el rock con una lista formada por
artistas que hablan de la realidad sin maquillarla: Carlos Gardel, Julio
Sosa, Fito Páez, Andrés Calamaro, Cahrly García, Los Piojos, Attaque 77
y Los Redonditos de Ricota. Y en el segundo, Di Stéfano muestra sus
preferencias por las orquestas de Alfredo De Angelli, Horadio Salgaru,
D'Arienzo, Di Biaggi, por los cantantes Carlos Gardel, Ángel Vargas,
Alberto del Castillo, Podestá y Marino.
La singularidad argentina
La originalidad argentina en esta combinación de
emociones es la dedicación a la música de los propios deportistas y su
larga tradición desde la primera mitad del siglo XX.
Este hecho singular se ha dado entre los
futbolistas y ha tomado varias formas. En primer lugar, la proyección
musical de los campeones del mundo. Es el caso de Raimundo “Mumo” Orsi
y de Maradona. El primero, campeón del mundo en 1934, fue violinista
profesional de tango además de
internacional con las selecciones de Argentina y de Italia, de haber
vestido las camisetas de Independiente de Avellaneda y la Juventus de Turín
y de haber sido subcampeón olímpico
en 1928. El segundo, campeón del mundo en 1986, realizó
incursiones en la canción melódica con el dúo Pimpinela e interpretó
"El sueño del pibe" en el espectáculo La
verdad de la milanesa de Antonio Gasalla, con una adaptación en la
que sustituía a Baldonedo y Martino por los símbolos de los dos triunfos
en la Copa del Mundo en 1978 y 1986: Mario Kempes y Diego Armando Maradona.
Con un estilo más actual seguirá esta
tradición el arquero internacional Germán Burgos, como solista de una
banda de rock and roll.
EPÍLOGO
El
deporte y la música actúan en Argentina de diapasión de las emociones
de la vida, hacen de la
voz un
instrumento incontrolable que va hasta el infinito, que atrapa corazones
en un solo sentimiento. Crean un estilo musical y una forma vital y de
expresión lingüística donde el romántico espíritu argentino
entrecruza juego y arte para llevar más lejos, más alto y más fuerte
estas manifestaciones de la libertad y la inteligencia. Referencias bibliográficasALABARCES, Pablo-RODRÍGUEZ, María Graciela, Cuestión de pelotas, Buenos Aires, Atuel, 1996.
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