El
objetivo de este trabajo es analizar la posible relación entre las
tendencias agresivas de los deportistas y algunas características
del entrenamiento deportivo, en particular aquellas relacionadas con
la formación de valores. En la primera parte del trabajo se plantean
las bases teóricas de la agresión integradas por las diferentes
teorías que intentan explicar el problema de la agresión en el
deporte. De estas teorías escogimos la del Aprendizaje Social de
Albert Bandura (1973) como el marco de referencia más adecuado por
su objetividad y sus amplias bases científico-empíricas para abordar
el análisis de la agresión. Se trabajó con un grupo de 100 jóvenes
dividiéndolos en cuatro grupos en los que se contemplaron deportes
de contacto medio (que se presume genera agresión), se sometió a
todos a una evaluación en la que se determinó el nivel de
sometimiento, asertividad, agresión (física y no física); se
evaluaron estos niveles después de exponer a los jóvenes a un
programa de entrenamiento que incluyó o no incluyó formación de
valores en la forma de filosofía de la no-violencia durante un
semestre escolar. Los resultados indican que la inclusión de dilemas
en el entrenamiento disminuye la agresión tanto en contextos
deportivos como de la vida diaria, con mayor efecto en mujeres que
en hombres, pero no mejora la asertividad en ninguno de los grupos.
El
problema de la agresión en el deporte ha prevalecido por décadas,
pero ha sido en los últimos años cuando se ha hecho más evidente.
Muchos diarios, estadísticas y reportes por comisiones formadas
ex profeso demuestran que la agresión en el deporte se está
extendiendo cada vez más (Bakker, 1993). Por ello es urgente que se
realice más investigación en relación con los factores que la
propician y las formas más efectivas de controlarlos.
Los
resultados de este estudio sugieren que si incorporamos en el
entrenamiento de cualquier deporte estrategias enfocadas a la
formación integral de los atletas relacionadas especialmente con la
preparación en asertividad (filosofía de la no-violencia), estaremos
contribuyendo a la disminución de la agresión deportiva de tal forma
que pueda ésta reflejarse en el ámbito de la vida diaria.
Una
consideración respecto de los instrumentos disponibles para la
evaluación del desarrollo de los jóvenes deportistas, en aspectos de
tipo social y moral, es que en español carecemos de estrategias
válidas y confiables que nos permitan medir este tipo de tendencias,
lo cual limita mucho la investigación sobre los efectos que tiene el
deporte en el desarrollo social y moral de los jóvenes que integran
los equipos representativos, en las instituciones de nivel medio y
medio superior.
Por
último es muy importante hacer ver que en cuanto a los deportes
relacionados con las artes marciales, estos resultados permiten
hacer un llamado a la reflexión sobre el papel que juega la
preparación tradicional, que implica la conservación de los
elementos filosóficos de la disciplina, contra la tendencia cada vez
mayor a enfatizar los elementos técnicos vinculados con el combate,
desestimando la formación moral del atleta. Como se evidencía con
estos resultados, el grupo control (que no recibió filosofía
tradicional) incrementó sus niveles de agresión en sus diferentes
modalidades y contextos y además decrementó sus niveles de
asertividad.
El
autor de esta tesis considera conveniente que se realicen estudios
con este mismo enfoque, usando muestras más grandes y
representativas, con la finalidad de explorar las implicaciones que
estos resultados tienen para la práctica de las artes marciales en
jóvenes y niños.