Para poder realizar un programa de
entrenamiento es imprescindible iniciar con un diagnóstico a los
deportistas que señale sus niveles de resistencia aeróbica, de
fuerza máxima, de rapidez, flexibilidad, porcentaje de grasa, masa
muscular, frecuencia cardiaca máxima, entre otros. Para esto será
necesario el empleo de test o pruebas de campo, así como tablas de
referencias para la valoración.
Una vez que
se cuente con la información del diagnóstico es importante
establecer un objetivo y temporalidad de la preparación deportiva.
Para tal fin se debe tener pleno conocimiento del calendario de
competencias, incluyendo los días, horarios y sedes de los mismos.
De esta forma podremos periodizar el proceso de entrenamiento
deportivo. Cabe señalar que la manera tradicional de la
planificación del entrenamiento subdivide el proceso en tres
periodos: preparatorio, competitivo y transitorio. Sin embargo en la
actualidad existen otras variantes de planificación deportiva que se
conocen como bloques, péndulos, campanas estructurales y fases.
Aunque no profundizaremos en este aspecto por ahora si es
conveniente mencionar que en el la planificación tradicional se
busca obtener la forma deportiva en el periodo competitivo, sin
embargo requiere de mucho tiempo para alcanzar dicha forma (mínimo 4
meses) y la exigencia actual competitiva no satisface llegar al 100%
en cada evento mediante esta planificación; por eso las otras
tendencias contemporáneas involucran precisamente llegar a la forma
deportiva en menor tiempo y sobretodo enfocándose al trabajo
específico dejando a un lado la preparación general. Esto se ve
reflejado en la siguiente lámina. |