El ajo, junto con la cebolla, es
considerado, uno de los vegetales curativos, más importantes. En los últimos
años, se le ha estado dando, mucha más importancia y difusión a este
vegetal, y a tratar de educarnos para estimularnos en su consumo, brindándonos
mucha más información sobre todas sus propiedades y sobretodo, como actúa,
como medio preventivo y curativo en las distintas enfermedades. Por lo
tanto, una vez recopilada esta información, de muchos artículos leídos,
en distintos textos y revistas que consideramos serios, creemos que lo
importante, no es tenerlas guardadas, sino difundirlas lo más posible,
para que éstas informaciones y conocimientos puedan servir, a su vez de
ayuda a todo aquél que la necesite.
El ajo, ayuda a prevenir y curar todas las enfermedades de las vías
respiratorias Se utiliza para eliminar parásitos y en estos casos el jugo del ajo es
uno de los mejores remedios, y aún en las especies difíciles de
expulsar, se obtienen resultados sorprendentes.
Ayuda a quienes padecen de ácido úrico y actúa como protector en la
calcificación de las arterias. Previene la hipertensión y la mala
circulación, ya que tiene una acción hipotensora.
Es estimulante, diurético y expectorante. El ajo ayuda a eliminar los
viejos residuos que van quedando en el organismo, sus enzimas favorecen
una buena síntesis de los ácidos grasos, ayudando a bajar el colesterol
malo o LDL.
Tiene un alto contenido de fósforo y de azufre, por eso se destaca como
un sedante especial para los nervios.
Aconsejan comerlo crudo ya que cocido pierde más del 90% de su
efectividad. Según información sacada de CONSEJERO DE MEDICINA NATURAL, el ajo
produce mal aliento y transpiración desagradable, sólo por un corto período
de tiempo, es decir mientras se expulsan las toxinas acumuladas en el
organismo, una vez liberadas éstas, ya no se despide mal olor, ni en el
aliento, ni en la transpiración, ni siquiera en la orina y las
deposiciones. Esto es debido a que ese olor desagradable que se atribuyen
a los ajos, no es debido a los ajos propiamente dicho, sino a las toxinas
acumuladas en el organismo que, al combinarse con los activos principios
eliminadores del ajo, despiden ese olor desagradable. Esto se puede
entender fácilmente con este ejemplo. Una persona que practica una
alimentación sana y natural, donde el ajo ocupa un lugar preferencial, no
desprende ese olor tan desagradable que se le atribuye al ajo, pero sí
ocurre esto, en aquellas personas que comen ajo, pero a su vez continúan
una mala alimentación, en base a alimentos ricos en grasas, embutidos,
bebidas alcohólicas, etc. En estos casos lo que sucede, es que el ajo
continua constantemente, eliminando toxinas, producidas por la mala
alimentación, y es justamente, la constante eliminación de estas
sustancias, la que producen ese olor desagradable, no el ajo.
Podemos comenzar para acostumbrarnos, con uno o dos dientes de ajo, que lo
podemos acompañar con un pedazo de pan, masticándolos bien. Luego, de a
poco, aumentaremos hasta llegar a cuatro o cinco. La cantidad depende de
la tolerancia de cada persona, hay quienes llegar a comer hasta una cabeza
entera sin molestias y con grandes resultados.
En casos de reuma, da excelentes resultados, crudo, rallado, aplastado o
picado, lo ponemos en una taza con un caldo de verduras, y lo tomamos
media hora antes de las comidas.
Es muy recomendable como desinfectante, por lo tanto en caso de picarnos
algún insecto extraño, podemos frotarnos con ajo crudo.
Y para finalizar, diremos, que el órgano que más se beneficia con el ajo
crudo, es el corazón. Si tenemos en cuenta, que el ajo, es el gran
purificador de la sangre, sacaremos como consecuencia que también es el
gran fortalecedor del corazón.
* La información volcada en los artículos de
SoloVegetales ha sido obtenida de nuestra propia experiencia, aportada por
terceros o apoyados en fuentes calificadas. Este material en ningún caso
sustituye el consejo de un profesional en la medicina. Consulte a su médico
ante cualquier duda.
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