El
aceite de oliva y las verduras reducen el riesgo de artritis reumatoide
Un
estudio griego publicado en el American Journal of Clinical Nutritionha
afirma que el principal componente del aceite de oliva ayuda a prevenir
esta enfermedad.
La
aparición, evolución y pronóstico de la artritis reumatoide (una
enfermedad autoinmune que afecta a las articulaciones) depende de un gran
número de factores biológicos, genéticos, inmunológicos, hormonales y,
también, dietéticos.
Varios
ensayos han observado que el consumo de ácidos grasos del grupo omega 3
reduce el riesgo de padecer esta patología o, al menos, alivia la
inflamación articular que produce. Sin embargo, ninguno había analizado
qué papel juega en ella uno de los alimentos esenciales en la dieta
mediterránea: el aceite de oliva.
En Grecia
La
doctora Athena Linos y su equipo, del Departamento de Epidemiología de la
Universidad de Atenas (Grecia) estudiaron a 145 pacientes afectados de
artritis reumatoide y los compararon con 188 personas sanas, que actuaron
como grupo control. La edad de los participantes estaba entre los 18 y los
80 años.
Todos
ellos respondieron a un exhaustivo cuestionario acerca de sus hábitos
nutricionales. Además, se tuvieron en cuenta otros factores como el resto
de hábitos de vida, el historial clínico, los antecedentes familiares,
condicionantes socioculturales y, además, se tuvo en cuenta si el
entrevistado seguía los periodos de ayuno que contempla la religión
ortodoxa griega (a la que están adheridos el 95% de los habitantes de ese
país).
Una
vez ajustados todos los parámetros, los autores del trabajo establecieron
que había dos de ellos especialmente útiles: el aceite de oliva y las
verduras cocinadas.
Concretamente,
los individuos que consumían menos cantidades de aceite de oliva tenían
más del doble de riesgo de desarrollar artritis reumatoide. Por otra
parte, los que tomaban más verduras redujeron la posibilidad de sufrir
esta patología hasta en un 75%.
Curiosamente, y aunque siempre suele hablarse de que es más saludable
comer las frutas y verduras crudas, en este trabajo, Linos y sus
colaboradores observaron que para mitigar los efectos de la artritis
reumatoide, lo mejor era ingerir las verduras cocinadas. Según los
autores, es posible que el calor de la cocción destruya la pared celular
de los vegetales y así el organismo pueda absorber más fácilmente sus
componentes beneficiosos en lo referente a esta enfermedad inflamatoria.
No obstante, Linos y su equipo escriben en su trabajo que «aún se
desconoce qué elementos concretos de las verduras cocinadas ejercen un
beneficio en esta enfermedad».
Los
investigadores griegos están prácticamente seguros de el ácido oleico
que contiene el aceite de oliva es el responsable de la reducción del
riesgo de padecer artritis reumatoide. Al parecer, este ácido graso y su
metabolito (derivado), el ácido eicosatrienoico (ETA), ejercen un efecto
antiinflamatorio similar al de los ácidos grasos del grupo omega 3 que
contienen algunas especies de pescado (los que viven en aguas profundas y
frías) y que, en trabajos anteriores, han demostrado tener un efecto
beneficioso en la artritis reumatoide. Este hallazgo tiene especial
importancia en los países que ingieren una dieta típicamente mediterránea,
ya que el pescado (de aguas más cálidas y poco profundas) no es
especialmente rico en omega 3.
Finalmente,
Linos y su equipo recomiendan las versiones menos refinadas del aceite de
oliva, puesto que éstas conservan mayores cantidades de antioxidantes
naturales (como los tocoferoles) que también ejercen un claro beneficio
en la salud general y en la artritis reumatoide en particular. Los
antioxidantes evitan la acción de los radicales libres y, en
consecuencia, el deterioro celular, lo que mantiene los tejidos en mejor
estado durante más tiempo
Referencia:
http://www.paginamedica.com
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