La
osteoporosis es una enfermedad en la que el hueso se vuelve más poroso,
delgado y frágil, por lo tanto la resistencia mecánica a las fuerzas y
tensiones que soporta diariamente, es mucho menor; aumentando el riesgo
de sufrir fracturas. La enfermedad afecta a una de cada cinco mujeres de
más de cuarenta y cinco años, y a cuatro de cada diez de más de
setenta y cinco años. De esta forma condiciona un problema
socio-sanitario, ya que es la principal causa de fracturas óseas en
mujeres después de la menopausia y en ancianos.
Ahora
bien,
¿Por qué el hueso se vuelve poroso y frágil?
¿Por qué pierde
masa ósea (proteínas y minerales, fundamentalmente calcio)?
¿Cómo la
pierde?
En el hueso hay procesos en continua remodelación: la masa ósea
se forma y se reabsorbe constantemente. A partir de los treinta y cinco
años de vida aproximadamente, (la edad pico de acumulación de masa ósea),
comienza a haber pérdidas normales de masa ósea en pequeñas
cantidades por el resto de la vida, si a esto se le suman factores que
aceleran dichas pérdidas, el proceso se acelera.
Los
síntomas a través de los cuales se manifiesta la enfermedad son la
aparición de fracturas que originan dolor; las zonas principalmente
afectadas son las muñecas, las vértebras y la cadera. La fractura
vertebral, suele producirse ante mínimos esfuerzos o pequeños
traumatismos; se produce un dolor intenso en la zona con limitación de
los movimientos.
¿Cuáles
serían los factores que favorecen el desarrollo de osteoporosis? Una
mayor probabilidad de engendrarla se relaciona con el antecedente de la
enfermedad en la familia, la menopausia precoz o quirúrgica, consumo de
alcohol o cafeína, tabaquismo, períodos de amenorrea, medicamentos
(como por ejemplo: la ingesta de corticoides por períodos prolongados),
las enfermedades concomitantes (como la enfermedad tiroidea, la artritis
reumatoide, la absorción intestinal de calcio deficiente, y otras), una
dieta pobre en calcio por períodos prolongados, la vida sedentaria y la
avanzada edad.
¿Cómo
evitar contraerla?
La
prevención se realiza mediante la corrección de los factores de riesgo
y la adopción de medidas higiénico – dietéticas adecuadas. Hoy en día, contamos
con análisis y estudios radiológicos que, aplicados al paciente,
pueden identificar a aquellos que están sufriendo una rápida y
acelerada pérdida de masa ósea, e instaurar un tratamiento lo más rápidamente
posible.
El
primer procedimiento para prevenir la osteoporosis consiste en lograr
todos los requerimientos necesarios para alcanzar un buen pico de masa
ósea, al llegar a la madurez esquelética, alrededor de los treinta y
cinco años. Para ello, durante la adolescencia y la juventud, se
recomienda una ingesta adecuada de
calcio con los alimentos o complejos vitamínicos, un ejercicio físico
adecuado, la supresión del tabaco y alcohol. De esta forma, si en la
madurez ósea la reserva de calcio es suficiente, a pesar de la pérdida
que se iniciará a partir de esta edad la carencia se notará de forma
mucho más tardía.
La
vitamina D es fundamental para la regulación del metabolismo del
calcio. Una exposición al sol de 30 minutos al día es suficiente para
estimular la producción en el organismo de cantidades adecuadas de
vitamina D, y si esto no es posible se deberá recurrir a preparados
farmacológicos que la contienen.
Por
otro lado, después de la menopausia, con la disminución brusca en la
producción de hormonas, principalmente de estrógenos, se acelera el
metabolismo de calcio con pérdida del mismo; por ello a este grupo de
mujeres se les recomienda aumentar la ingesta de calcio. Los alimentos
que más calcio contienen y son útiles en estos casos son la leche y
sus derivados, especialmente el queso; en caso de intolerancia a los lácteos,
se puede indicar reemplazarlos con sales de calcio. En algunos casos, es
necesaria la medicación con
estrógenos.
Con
respecto a la actividad física aconsejable, es suficiente caminar de 30
a 60 minutos, 3 – 4 veces a la semana en forma metódica y continua. Y
en cuanto a los elementos nocivos para la enfermedad, deben suprimirse
los tóxicos como el alcohol y el tabaco.
En
resumen, la osteoporosis es una enfermedad de los huesos en la que éstos
se vuelven frágiles y se fracturan con facilidad. Desde la medicina, el
especialista ayuda a individualizar los pacientes con factores de
riesgo, establecer la estrategia para la corrección de los mismos y la
adopción de medidas higiénico – dietéticas adecuadas a cada caso.
Este artículo fue cedido por
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