Lic.
Pablo A. Waichman
pablowaichman@arnet.com.ar
Página 1 de 3
En este trabajo se
intentarán discriminar las grandes posiciones teóricopracticas que
fundamentan características muy específicas de las actividades
recreativas. Luego de una introducción que mostrará algunas dificultades
para acordar una definición del término recreación, se hará una
breve descripción de tres enfoques: el Recreacionismo, la Animación
Sociocultural y la Recreación Educativa.
¿De qué hablamos
cuando mencionamos el término recreación?
Para el saber
vulgar, el del hombre de la calle en su lenguaje cotidiano, es sinónimo de
entretenimiento, divertimento, alegría, actividad sin esfuerzo y no
demasiado importante, etc. Se desarrolla en un tiempo de poca valía
social, no obligatorio y que no supone productividad.
Para aquellos
que intentamos analizar, comprender e incidir en las prácticas sociales
del tiempo libre, la temática es más compleja ya que debemos circunscribir
el concepto a ideas que puedan ser descritas, comparadas y generalizadas a
efectos de generar un conocimiento ordenado, jerarquizado, con posiciones
coherentes y demostrables. Hablamos de la recreación individual, grupal o
social? Dirigida o espontánea? Aleatoria o sistemática? Pública o privada?
Es lo mismo el ocio que el tiempo libre? Es sinónimo el ocio de la
recreación? Lo recreativo se da cuando acabó el tiempo de obligaciones? La
recreación implica optar o elegir? o ambas cosas? Cuál es la incidencia
social en las prácticas recreativas? Todos los juegos son recreativos?
Cuándo o por qué una tarea se torna en recreativa? Hay relación entre
educación y recreación?
Curiosamente,
no se encuentran demasiadas aproximaciones o definiciones dadas por
expertos. La gran mayoría de ellas indican qué se hace mas que ocuparse de
afirmar qué es recreación. Y a partir del modo o tipo de actividades se
habla de recreación activa o pasiva, individual o social, etc. Es por
demás llamativo que muchos de los libros o trabajos que hablan y aun se
titulan "recreación", no la definen. Sin embargo, y para que el lector
pueda comparar similitudes y diferencias, veremos a continuación algunas
aproximaciones.
Tomemos, por
ejemplo a Ethel Medeiros en su obra "Juegos de Recreación" (Buenos Aires,
Ruy Díaz,1969):
"CONCEPTO DE
RECREACIÓN: Si cada uno de nosotros hiciese un rol de sus actividades
recreativas y si tales listas fuesen puestas lado a lado, encontraríamos
las más diversas ocupaciones. Figurarían, por cierto, cosas tan diferentes
como lectura y natación, música y excursionismo, pintura y fútbol, cine y
filatelia, teatro y cocina, danza y pesca, etc, etc. Saltaría a nuestros
ojos que la recreación comprende un número infinito de experiencias en una
multiplicidad de situaciones.×"
"¿Y qué habrá de
común en actividades tan diversificadas, muchas veces contrastantes, al
punto de hacerlas surgir bajo un único rótulo? Evidentemente no será el
tipo de ocupación... Lo que caracteriza a todas es la actitud del
individuo, la disposición mental de quien a ellas se entrega, por
propia elección, en sus horas libres. Lo que para unos constituye
un trabajo pesado, para otros es recreo, es pasatiempo dominguero.
Cualquier ocupación puede ser justamente considerada recreativa, siempre
que alguien se dedique a ella por su voluntad, en su tiempo libre, sin
tener en vista otro fin que no sea el placer de la propia actividad
y que en ella encuentre satisfacción íntima y oportunidad para recrear."(página
21)
Una versión
diferente de la autora brasilera la proporcionan los mexicanos Boullon,
Molina y Rodríguez Woog en su trabajo "Un nuevo tiempo libre. Tres
enfoques teoricoprácticos" (México, Trillas, 1984):
" Además de las
condiciones en las definiciones clásicas de turismo y recreación hay que
agregar que el turismo es un fenómeno social producto de otro fenómeno
social: el tiempo libre institucionalizado, que se consolida y desarrolla
gracias a los avances de la civilización moderna alcanzados en materia de
desarrollo de los sistemas de trasporte. La recreación, en cambio,
acompaña al hombre desde sus mismos orígenes, porque es una manifestación
natural del ser de la cual no puede prescindir sin que se afecte el
equilibrio de la persona. El turismo es prescindible, la recreación no."
(página 16)
Y siguen
afirmando "Si aceptamos que el turismo solamente se puede realizar durante
los periodos de vacaciones y durante algunos fines de semana largos, en
aquellas ocasiones en que algún feriado cae cerca del sábado o domingo,
pero que en la mayor parte del tiempo libre se encuentra distribuido entre
las horas entre semana, fin de semana y días feriados, debemos concluir
por decir que esos días y esas horas no pertenecen al turismo sino al
campo de la recreación, (como se ha llamado a todas las salidas fuera del
hogar con fines de esparcimiento, que no implican pernoctación en el lugar
elegido, para pasar el día o parte del mismo)" (página49).
Otra
aproximación la encontramos en la introducción del libro "Recreodinámica
del adolescente (Motivación y tiempo libre)" del recientemente
desaparecido especialista argentino Alfredo J. Loughlin. En la página l8
del trabajo (Buenos Aires, Librería del Colegio, 1971) dice:
"Resumiendo:
a) La recreación no es sinónimo del llamado "tiempo
libre".
b) En la vivencia auténtica de lo recreativo debe
poder experimentarse la vivencia de lo "no obligatorio", en el sentido de
que el tiempo que nos insume dicha experiencia es vivido como propio, sin
frustraciones, porque se halla alentada por un interés profundo ("Siento
que mi tiempo, el de mi vida, no se pierde sino que se realiza")
De ahí que lo recreativo puede surgir en el trabajo cuando éste permite
nuestra realización.
c) Las situaciones recreativas son diferentes:
varían en cada cultura y subcultura. La vivencia de lo recreativo tiene
diferentes matices según cada personalidad; puede ser más o menos rica,
profunda, auténtica o inauténtica.
d) La vivencia recreativa auténtica es una ruptura,
sin pérdida de la conciencia, de lo habitual o cotidiano, que permite el
descubrimiento y penetración en una nueva dimensión de la existencia, y
que va acompañada de un sentimiento de plenitud.
e) La posesión de un "hábito" de tiempo libre, no
asegura, por sí solo, la experiencia recreativa auténtica.
f) Para que sea posible una experiencia recreativa,
debe haber, psíquica y biológicamente, una disponibilidad de energía."
Hasta
aquí tres
versiones de una misma noción. Para Medeiros, la esencia pasa por
cualquier actividad en tanto sea voluntaria como placentera; para los
autores mexicanos es una forma de turismo en pequeña escala; para A.
Loughlin es una vivencia personal. Son diferentes tanto sus puntos de
partida como la conclusión a la que llegan. Del mismo modo, se presentarán
tres líneas conceptuales y de acción que reflejan la dispersión del
concepto.
Desde ya debe
quedar claro que lo que sigue no pretende dar una definición formal,
completa y final de cada posición sino aproximarnos a las grandes y
diferentes concepciones que se manejan en el mundo. Tales aproximaciones
permitirán formar conceptos acerca de los respectivos marcos teóricos, su
significado, el sentido del ocio o del tiempo libre, su relación con el
trabajo, la noción de libertad, el tipo de actividad, etc.
En todos los
casos existe una relación marcada entre una temporalidad encarnada
en los términos tiempo libre u ocio, una acción concreta sobre la
realidad; un grado de libertad expresado en la selección de la
acción; y una satisfacción compensatoria o creativa que supone el
fin a lograr con la actividad.
A partir de lo
antedicho, podríamos esbozar que la RECREACIÓN es:
* una actividad
(o conjunto de ellas);
* que tiene
lugar en un tiempo liberado de obligaciones exteriores;
* que el sujeto
elige (opta, decide) y
* que le provoca
placer (diversión, entretenimiento, alegría).
Este tipo de
definición habla de un enfoque de la recreación desde lo individual, pero
puede extenderse a lo grupal.
Probablemente,
la diferencia entre las acepciones del término RECREACIÓN pase más por la
fuerza de cada uno de los cuatro elementos señalados en tanto su relación
con los restantes. Entonces alguien enfatizará la libertad (es la
actividad que se hace porque sí, porque la elegí); otro, el tiempo en que
se da (es todo lo que hacemos cuando no nos obligan a hacer otra cosa);
otro más priorizará lo placentero (es hacer lo que me gusta); etc.
Podríamos seguir combinando posibilidades. Así aparecerán también los
elementos mas subjetivos diferenciados de los más objetivos. Aparecerán
los juegos y sus teorías, etc.
En general, no
se utiliza la noción de recreación como sustantivo, como entidad de
análisis, sino como adjetivo, como atributo de algo (la actividad). De
allí que se hable de juegos recreativos, matemáticas recreativas,
actividades recreativas, turismo recreativo.
Tales formas del
lenguaje suponen que "lo recreativo" es un carácter otorgado a un hacer
concreto; y ese carácter tiene relación con el juego, con la diversión, el
entretenimiento, etc. En este trabajo intentaremos fundamentar la noción
de recreación como un sustantivo, como un objeto a definir más que como
alguna característica agregada. A ese objeto tiende, por demás
someramente, la Recreación Educativa.
Normalmente, lo
recreativo es concebido como apareciendo cuando concluye la obligación,
cuando no hay deberes que cumplir. Así aparece la noción de un supuesto
tiempo libre como la condición o soporte temporal de la cual puede emerger
lo recreativo.
Tomemos un
ejemplo: el lapso entre una asignatura y otra, en la escuela. Pensemos que
el recreo escolar justamente es una temporalidad que carece de importancia
para los adultos pero que produce una gran felicidad a la mayoría de los
usuarios en tanto se elimina "lo importante" para los docentes y aparece
"lo importante" para los niños. Esa alegría del recreo, simbolizando aquí
todo lo recreativo, ¿es tal porque no hay más obligación o por el
recreo en sí mismo? Esta aparente oposición entre lo necesario y,
generalmente, aburrido y monótono por un lado, y lo "libre" y placentero
por el otro, ¿será la esencia de la recreación o sólo una contradicción en
las concepciones del trabajo en esta sociedad? También, podemos pensar que
ese recreo no es sino la contrapartida indisoluble o vuelta a un
equilibrio perdido en la clase previa: esto es, cada recreo será diferente
para los alumnos según la actividad anterior, la relación vincular con el
docente, los permisos otorgados, etc.
¿Lo recreativo
será entonces lo accesorio? ¿Será una compensación por el trabajo o por el
cumplimiento de las obligaciones? ¿No podrá existir por sí mismo, con una
identidad propia, caracterizada por lo creativo, libre, placentero,
comprometido? Probablemente, si la dinámica de la clase fuese ágil; si los
alumnos fueran protagonistas de la construcción del conocimiento; si las
actividades fuesen placenteras e interesantes; si la participación de los
educandos fuese intensa y comprometida los recreos no serían necesarios o
la actual forma de estructurarlos no sería pertinente. Más aún, podríamos
pensar en organizar el horario de cada día juntos: maestros y alumnos.
Sólo estos recreos serían "libres" -o, por lo menos, más libres que
los anteriores. Lo que sigue sólo será una introducción a las respuestas
necesarias.
Siguiente